martes, 24 de septiembre de 2013

Ruta por la comarca del Aranda

Las rutas que, como en esta ocasión, se preparan días antes, se cogen sin duda con más ganas. Era el caso de la salida de este domingo, 22 de septiembre, fecha reservada para subir el Alto de la Crucija, que tanto tiempo llevaba en la cabeza y que por fín puedo contar en mi haber.

Comienzo el domingo a las 8:30 de la mañana, en Nigüella. La mañana está bastante fresca, tanto que la primera hora me la paso buscando desesperadamente zonas de sol que me calienten los brazos. Salgo hacia Morata de Jalón y pasadas las vías del tren giro a la derecha dirección Morés.

El paisaje no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados los de la capital, ni mucho menos. Monte, árboles y arbustos, lo cierto es que da gusto planearse rutas así. Poco antes de llegar a Purroy, paso por un pueblo abandonado (de hecho ya no tiene ni entrada desde la carretera) que curiosamente se llama -llamaba- Villanueva.

Pueblo abandonado desde la carretera,
en lo alto del primer monte.

Atravieso Purroy y seguidamente Morés, y me dirijo hacia Brea de Aragón. Me espera el Alto de la Campeja, 3 km al 6%, que comienza a probar mis piernas. Las sensaciones no son malas, y de momento el asfalto está bastante bien.

Descenso rápido, ayudado por el buen arcén de este tramo de carretera. Recién comenzado me cruzo con un grupo de ciclistas que me desean una buena jornada.

Alto de la Campeja. Al fondo, Brea de Aragón.

Tras pasar Brea, Illueca y Gotor, llego a Jarque, donde después de pasar el pueblo, y tras el repecho que hay a la salida, me dirijo hacia Oseja, donde comenzará la principal dificultad del día: el Alto de la Crucija. 
Cortesía de Adrián Lorente

Tal y como figura en la altimetría, una vez pasado Jarque, se toma un desvío a la derecha, que es justo el punto de comienzo de la altimetría. En este caso, subo la vertiente sur. Tiene tres partes diferenciadas. La primera, 3 km. ascendentes, los dos primeros de toma de contacto en torno al 3% y el tercero al 5%. Le sigue una zona de un km de bajada, antes de entrar en el pueblo de Oseja. Una vez abandonamos el pueblo, 4,5 km continuos de subida hasta la cima, que ronda el 4,5 %. A destacar los tres km centrales, que superan el 5%.

Curiosamente la carretera está bastante bien, y el puerto es bastante constante, sin grandes rampas, lo que facilita la ascensión. Adjunto unas cuantas imágenes (la primera foto la he sacado de internet, ya que para hacerla yo tendría que haberme parado a mitad de ascensión... y no estaba por la labor. Pero sirva para dar cuenta de las vistas del lugar):

A un kilómetro de la cima. 
Se aprecia gran parte de la ascensión.

Arriba, con el Moncayo al fondo.

Terminando el descenso, con las paredes de 
piedra a los lados. Impresionante espectáculo.

Tras algo más de 4 km de descenso, llego a un cruce en el que giro a la derecha, y entro en Calcena, donde hago la pertinente parada en el albergue. Hasta aquí, 56 km, y casi 3 horas de pedaleo, las piernas un poquito tocadas. El sol ya pega de lo lindo.

Tras un refrigerio vuelvo a coger la bici, y ya sin más me dirijo de nuevo a Nigüella, esta vez por Trasobares, Tierga y Mesones. Este último tramo con mucha más bajada que subida, pero aun así, rompepiernas donde los haya. En 27 km. conté hasta 8 repechos de más de 500 metros, lo que hace una idea de los toboganes típicos de la zona.

Trasobares desde el alto homónimo.

Pasadas las 13 horas, entro en Nigüella. Dejo atrás 83 km. en algo más de 4 horas. La media, esta vez, se queda en un pobre 20,3 km/h, pero, amigo, esto no es Zaragoza... 

Ruta impresionante en vistas. Aunque el cansancio fue mucho, quedé ampliamente recompensado.

Saludos.


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