martes, 31 de diciembre de 2013

Balance 2013

Termina el año, y con ello toca hacer balance general en todos los ámbitos de la vida, y marcarse nuevos retos para el año que comienza. Como no iba a ser menos, también para las dos ruedas llega el balance pertinente.

He terminado diciembre con tres rutas llanas, que las piernas a estas alturas ya no dan para mucho más. El día 15 fuimos al Polígono Los Llanos, el 17 a Ontinar de Salz y por último el 29, el sábado pasado, a Valmadrid, que si sumamos la excursión por la carretera de Castejón de la anterior entrada, suponen en total 267 km en diciembre, y un total de 4333 km en todo el año.

Este 2013 ha supuesto el año de mayor kilometraje hasta la fecha, por primera vez he superado los 4000 km, holgadamente además, si bien ha sido bastante dispar a lo largo de los meses. También ha sido el año con más salidas (59), y todo ello a pesar de la conocida baja que me tuvo apartado un tiempo de la bici.

En líneas generales, bastante satisfecho con el transcurso del año. Me ha quedado la espina de no poder hacer la Rompepiernas, por la citada lesión, y más si cabe sabiendo que este año no la van a hacer, pero bueno, seguro que tengo ocasión de realizarla más adelante.

Para el 2014 que entrará en poco más de 12 horas, tengo varios retos marcados, en forma de etapas, que me gustaría hacer: El recorrido francés de la QH, una ruta por los CIMAS de los alrededores de Daroca, la subida al Santuario del Moncayo... retos que tendré en mente, aunque sin obsesionarme con ellos. Siempre he dicho que cada reto no logrado es un reto para en año siguiente.

En cuanto a kilometraje, me voy a marcar el 4500 como meta. Si el año que entra puedo ser tan regular como la segunda parte de este 2013, no habrá problemas para ello.

Os deseo a todos un gran año nuevo.

Saludos.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Investigando las obras (II) (A-1102)

Hacía ya casi cuatro meses que no pasaba por la A-1102, carretera que une Villanueva de Gállego con Castejón de Valdejasa, y que llevan ya un tiempo arreglando. Pero entre que la tenía en la cabeza, y que un compañero del foro APM me preguntó por su estado, para allá que me he ido hoy, a comprobar el avance de las obras.

No iba demasiado confiado. Entre que ya de por sí se lo están tomando con calma (empezaron en 2012, y terminarán, espero, en 2014, para 20 km de carretera), y que además con la crisis todo son postergar actuaciones en infraestructuras, no esperaba mucho más allá de lo que vi en agosto. Pero lo cierto es que me he equivocado.

Saliendo de Villanueva, comienzo la carretera en obras. Por los primeros kilómetros del nuevo asfalto ya había pasado. Está algo sucio de tierra por los camiones de obra, y el firme en sí es más bien rugoso, pero comparado con lo que había antes es un paseo por las nubes.

Saliendo de Villanueva

Al cabo de 5 km por esta carretera terminaba el asfalto la vez anterior. De hecho, al llegar a ese punto, el asfalto sigue, pero se puede apreciar que está más nuevo.

Hasta este punto estaba la vez anterior... seguimos a ver...

Poco a poco, nos vamos internando hacia el alto de San Esteban y el recinto militar. Para mi sorpresa, veo que van pasando los kilómetros y la carretera sigue arreglada... ¿Estará ya terminada? Pero claro, las líneas amarillas me hacían desconfiar...

Al final de esta recta, comienza el puerto. Seguimos con asfalto nuevo.

Comienzo a subir, primeras rampas que me hacen sufrir más de lo que recordaba. Se nota mi falta de forma a estas alturas del año, pero cojo ritmo tranquilo, y voy subiendo disfrutando del bosque que rodea la carretera.

A mitad de puerto.

Finalmente, ya con la idea de llegar hasta arriba, a 2'5 km de coronar, veo la típica señal de gravilla... y el asfalto arreglado se acaba.

Aquí se han dejado el "tajo"...

Todavía he podido seguir unos 500 o 600 metros más, pero en seguida la carretera se convierte en un camino de arenilla, que hace que la rueda de la bici patine constantemente, y me obliga a dar la vuelta.

Como curiosidad un apunte, no sólo se ha ensanchado la carretera (para quien la conozca es más que evidente, la anterior era poco más de la mitad), sino que también se ha modificado alguna curva. De hecho, me he encontrado uno de los cambios de trazado en esos 500 metros sobre asfalto malo / tierra. En la foto se ve cómo la carretera iba por la derecha, y el nuevo trazado irá recto, por el centro.

Curva rectificada. Hay tres o cuatro a lo largo de la ascensión.

Poco más, al no poder seguir, he dado la vuelta y he bajado. En general, muy buenas sensaciones, me da que cuando esté terminada va a ser ruta de mucho tránsito de ciclistas, con asfalto nuevo y un paisaje muy agradable, que se puede combinar bien con otras carreteras y no exento además de cierta dureza en algunas rampas (incluso algunas de ellas acentuadas con respecto al trazado viejo, me ha dado la sensación...)

Ah! Y he podido disfrutar del descenso de este puerto por primera vez. Bajar con la mano constantemente en el freno, sin parar de dar botes era agotador.

Un saludo.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Los rigores del frío

20 días sin poder coger la bici por culpa principalmente del cierzo eran muchos, y aunque me he podido desquitar parcialmente por el hecho de haber empezado con el running, al final las ganas se han impuesto a todas las circunstancias que desaconsejaban la salida de hoy. En primer lugar, desde luego, el frío. -2º a la salida de casa, a eso de las 9:30.

Abrigado con todo lo que tengo para estas ocasiones, he salido por Cogullada dirección Villanueva de Gállego. La idea era llegar a Ontinar, o al menos, al polígono que hay saliendo de Zuera, pero al poco de abandonar Villanueva, he sentido dolores en los pies debidos al frío, además de insensibilidad en la mitad delantera.

Hay que tener en cuenta que, a los -2º cabe sumar una ligera brisa, que todavía se acentúa más a 23 o 24 km/h sobre una bici. La sensación térmica era de varios grados por debajo.

El haberme llevado ya algunos sustos con el frio en otras ocasiones ha hecho que me replanteara la ruta. En realidad, poco íbamos a ganar con hacer 60 o 70 km totalmente llanos, a estas alturas de la temporada, sufriendo mucho y disfrutando poco. Así que me he dado la vuelta, y a la entrada de nuevo en Villanueva he hecho la parada, café y vuelta a Zaragoza.

No ha dado para más, 34 km. finalmente. Ya hace media hora que estoy en casa, y sigo con los pies fríos. Y es que, a partir de cierta temperatura, no merece la pena salir.

Aun así, me quedo con lo positivo. Tras 20 días sin tocar la bici, las piernas no me han dado ningún síntoma de cansancio, así que creo que hubiera hecho los 70 km a Ontinar sin demasiadas dificultades. Eso sí, habrá que esperar días más propicios.

Saludos.
Adrián.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Objetivo cumplido

A principio de año, y a partir de las salidas de 2012, me fijé como meta los 4.000 km para final de 2013. Tras el parón de abril y mayo, debido a la lesión, pensé que me iría bastante justo para cubrirlo, pero un verano atípicamente largo ha hecho que haya podido aprovechar hasta hoy con un tiempo realmente envidiable, y hoy, a más de mes y medio para terminar 2013, he superado la barrera 4.000:


Lo que me lleva a pensar hasta dónde podría haber llegado sin el citado contratiempo... pero bueno, ya iremos comprobando en años posteriores.

La ruta en sí ha tenido bastante poca sustancia, salida de Zaragoza por Peñaflor a Leciñena, y vuelta por el mismo recorrido. Podríamos haber hecho la vuelta por Villamayor, pero como esa carretera la tiene tomada con mi bici, la evito siempre que es posible. Las dos terceras partes de los pinchazos que he tenido han sido en esa carretera, y eso que las salidas por ella no serán más del 10%. Sin ir más lejos, he pinchado las tres últimas veces que he pasado por allí.

Más miga, sin llegar a ser tampoco nada del otro mundo, tuvo la salida del sábado (de la cual debería haber hecho crónica aparte... pero la pereza me pudo). Pisando terreno nuevo para mí, Julián me llevó a Remolinos, por la carretera de Logroño. Un débil cierzo nos dificultó la ida, que de otra forma hubiera sido tranquila, dado el trazado completamente llano. A destacar las minas de sal situadas justo antes de la entrada al pueblo:

Minas de sal de Remolinos

Y posteriormente, foto con el cartel del pueblo (donde figuran las minas que dejamos atrás):


Poco más queda ya esta temporada, hasta que vuelva el buen tiempo y empiece a alargar el día, allá por febrero. Mientras, sólo ir manteniendo la forma, en la medida de lo posible, mientras los meses de invierno. Aun así, todavía tengo en mente alguna salida un poquito más larga, veremos si se puede hacer (si no se me echa el invierno encima, que todos sabemos cómo se cambia de estación por Zaragoza...)

Seguiremos contando.

Saludos.

lunes, 28 de octubre de 2013

Dosis de aventura (Jaulín)

Desde que tengo memoria, y creo recordar los temas importantes bastante bien (al fin y al cabo llevo poco más de dos años con esto...), en los mentideros ciclistas zaragozanos siempre se comentaba el deplorable estado de la carretera A-2101, que parte de la N-330 a la altura de Botorrita y cruza Jaulín para terminar en Fuendetodos. Ruta ciclista habitual, es además una de las carreteras más usadas para visitar el lugar de nacimiento de Francisco de Goya. Pero claro, tanto tiempo evitándola sin haber pasado por allí, al final la curiosidad te va picando cada vez más, y el domingo por fín hice mi primer paso por esa zona.

Hay que tener en cuenta que ya iba predispuesto a encontrarme un asfalto malo, una carretera rugosa y llena de baches, pero a pesar de estar sobre aviso, mis expectativas se quedaron cortas:


Vista general, antes de llegar a Botorrita


Detalle de la calidad del "asfalto", a la salida del pueblo

Trozo de arcén, por donde se supone que debo
pasar como ciclista... Sin comentarios.

Ojo, todo esto en zonas que NO estaban de obras. Es decir, no es que esté el asfalto rugoso por que estén trabajando en la zona ni nada de eso... no hay una máquina de obras en toda la carretera.

Desde luego, no sé como a más de uno no se le cae la cara de vergüenza con el estado del asfalto, que además de ser ruta turística de Goya, pavoneándose de ello varias veces a lo largo del recorrido con sus buenos carteles (que se turnan con los de "firme irregular", "firme deformado" y demás eufemismos), está nombrada como "circuito ciclista". Velocidad máxima de 50 km/h los fines de semana de 8 a 14 horas (y que nadie respeta, por cierto):


1km. antes de llegar a Jaulín, ¡oh sorpresa! ¡Asfalto nuevo!. De hecho, en la última imagen se puede apreciar el arcén, a la izquierda. Algo menos de dos kilómetros en los que la bici se recrea sin tener que estar continuamente botando. De esta forma, entramos en Jaulín:


Aquí me uno a un ciclista con bici de montaña, que se sorprende de mi afán por maltratar mi bici de carretera por allí (¿qué se te ha perdido por aquí con bici de ruedas finas? me comenta XD), y al que pregunto qué tal está el firme desde allí hasta el Alto de Jaulín, destino final de la ruta. "Nada, tienes un par de kilómetros malos, pero cuando empieza el puerto, está reasfaltado hasta Fuendetodos". Bueno, pues de perdidos al río. Allá que nos vamos. Atravieso Jaulín, y el asfalto reparado en la travesía da paso a otro tramo infame, de 2 km tal y como había indicado el compañero.

No enseño fotos porque no paré, bastante hacía con tratar de esquivar baches (cuando en realidad no había forma de hacerlo).

Poco después, al comenzar el puerto, el asfalto cambia de nuevo. A partir de aquí, en excelente estado, producto del reasfaltado que se hizo en 2009 (y que ahí se quedó... a pesar de las palabras llenas de promesas de los políticos de turno, que el viento parece haberse llevado...). Al menos el puerto puede disfrutarse como merece. Dos tramos de 3 km cada uno, con un kilómetro llano en medio a modo de descanso. El primer tramo en torno al 5%, un poquito más exigente el segundo, en torno al 6% y con un máximo puntual del 9% (en el interior de una curva a derechas, que antes no existía, y que ha sido producto de la nueva trazada de dicha curva).

Se notaba a base de bien las cervezas del día anterior, y las piernas ya no me respondían como quisiera, además de la gran tensión que llevaban en el tramo de "pista asfaltada" que llevaba acumulados. Corono no sin sufrimiento, y me hago la foto de rigor en la columna que sostiene a la Virgen de la Dorleta, patrona de los ciclistas españoles. Varios clubes ciclistas hacen rutas a primeros de año hasta aquí para pedir protección durante la temporada, de ahí que se vean habitualmente ramos de flores depositados.


Bajo por donde he venido, el descenso es muy rápido y con mucha visibilidad, lo que me permite disfrutar del mismo. Entro en Jaulín de nuevo y hago mi "pit-stop", coca-cola y de nuevo a la bici, tomando el camino de nuevo a casa.

83 km finales, en 3h47min., con una media de 22km/h, que no está nada mal para la carretera que me ha tocado vivir. Sin duda, el peor asfalto que ha tenido que pisar esta bici. Espero que pueda tener solución pronto, pero sinceramente no lo creo.

Va a ser verdad eso de que "más sabe el diablo por viejo que por diablo". Si es que cuando me avisaban de la carretera de Jaulín...

Saludos.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Sumando kilómetros

Va pasando octubre, vamos cerrando poco a poco la temporada y las rutas van siendo cada vez menos exigentes, tal y como piden las fechas en las que estamos.

Si bien este pasado domingo Julián y yo nos machacamos las piernas con una ruta de 100 km hasta Gurrea de Gállego, a casi 25 km/h de media, ayer martes cambiamos radicalmente de estilo: 70 km hasta Muel, rodeando por las urbanizaciones hasta hacer parada en Mozota. Típica salida de acumulación de kilómetros entre semana.

La ida fue más dura de lo que se preveía, no se esperaba viento ni lluvia, pero los dos hicieron acto de presencia. El viento, un cierzo no demasiado fuerte, pero con alguna racha que te frenaba bastante, y que nos hizo sudar sobre todo al comienzo de la salida (Cuarte, Cadrete, Santa Fe...) La lluvia, por su parte, cayó de forma muy suave, apenas unas gotas, pero de forma intermitente nos estuvo acompañando casi todo el viaje de ida.

En cuanto a la vuelta, mucho más llevadera. El viento ya jugaba a nuestro favor, además de la propia ruta, constantemente descendente hacia Zaragoza. Desde la salida de Mozota hasta la entrada a Zaragoza, fueron 22 km en 45 minutos, rozando los 30km/h de media, teniendo además en cuenta que casi era más dejarnos caer que esforzarnos demasiado.

Poco más que comentar. Tuvimos compañía un poco antes de llegar a Muel, un compañero del CC Zaragozano que nos hizo un par de buenos relevos contra el viento, y otros dos compañeros del CC Los Conejos que decidieron que lo de dar relevos no iba con ellos, y que iban más cómodos a resguardo. De todo tiene que haber.

La próxima se espera para este sábado. Iremos contando.

Saludos.

martes, 24 de septiembre de 2013

Ruta por la comarca del Aranda

Las rutas que, como en esta ocasión, se preparan días antes, se cogen sin duda con más ganas. Era el caso de la salida de este domingo, 22 de septiembre, fecha reservada para subir el Alto de la Crucija, que tanto tiempo llevaba en la cabeza y que por fín puedo contar en mi haber.

Comienzo el domingo a las 8:30 de la mañana, en Nigüella. La mañana está bastante fresca, tanto que la primera hora me la paso buscando desesperadamente zonas de sol que me calienten los brazos. Salgo hacia Morata de Jalón y pasadas las vías del tren giro a la derecha dirección Morés.

El paisaje no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados los de la capital, ni mucho menos. Monte, árboles y arbustos, lo cierto es que da gusto planearse rutas así. Poco antes de llegar a Purroy, paso por un pueblo abandonado (de hecho ya no tiene ni entrada desde la carretera) que curiosamente se llama -llamaba- Villanueva.

Pueblo abandonado desde la carretera,
en lo alto del primer monte.

Atravieso Purroy y seguidamente Morés, y me dirijo hacia Brea de Aragón. Me espera el Alto de la Campeja, 3 km al 6%, que comienza a probar mis piernas. Las sensaciones no son malas, y de momento el asfalto está bastante bien.

Descenso rápido, ayudado por el buen arcén de este tramo de carretera. Recién comenzado me cruzo con un grupo de ciclistas que me desean una buena jornada.

Alto de la Campeja. Al fondo, Brea de Aragón.

Tras pasar Brea, Illueca y Gotor, llego a Jarque, donde después de pasar el pueblo, y tras el repecho que hay a la salida, me dirijo hacia Oseja, donde comenzará la principal dificultad del día: el Alto de la Crucija. 
Cortesía de Adrián Lorente

Tal y como figura en la altimetría, una vez pasado Jarque, se toma un desvío a la derecha, que es justo el punto de comienzo de la altimetría. En este caso, subo la vertiente sur. Tiene tres partes diferenciadas. La primera, 3 km. ascendentes, los dos primeros de toma de contacto en torno al 3% y el tercero al 5%. Le sigue una zona de un km de bajada, antes de entrar en el pueblo de Oseja. Una vez abandonamos el pueblo, 4,5 km continuos de subida hasta la cima, que ronda el 4,5 %. A destacar los tres km centrales, que superan el 5%.

Curiosamente la carretera está bastante bien, y el puerto es bastante constante, sin grandes rampas, lo que facilita la ascensión. Adjunto unas cuantas imágenes (la primera foto la he sacado de internet, ya que para hacerla yo tendría que haberme parado a mitad de ascensión... y no estaba por la labor. Pero sirva para dar cuenta de las vistas del lugar):

A un kilómetro de la cima. 
Se aprecia gran parte de la ascensión.

Arriba, con el Moncayo al fondo.

Terminando el descenso, con las paredes de 
piedra a los lados. Impresionante espectáculo.

Tras algo más de 4 km de descenso, llego a un cruce en el que giro a la derecha, y entro en Calcena, donde hago la pertinente parada en el albergue. Hasta aquí, 56 km, y casi 3 horas de pedaleo, las piernas un poquito tocadas. El sol ya pega de lo lindo.

Tras un refrigerio vuelvo a coger la bici, y ya sin más me dirijo de nuevo a Nigüella, esta vez por Trasobares, Tierga y Mesones. Este último tramo con mucha más bajada que subida, pero aun así, rompepiernas donde los haya. En 27 km. conté hasta 8 repechos de más de 500 metros, lo que hace una idea de los toboganes típicos de la zona.

Trasobares desde el alto homónimo.

Pasadas las 13 horas, entro en Nigüella. Dejo atrás 83 km. en algo más de 4 horas. La media, esta vez, se queda en un pobre 20,3 km/h, pero, amigo, esto no es Zaragoza... 

Ruta impresionante en vistas. Aunque el cansancio fue mucho, quedé ampliamente recompensado.

Saludos.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Puebla de Albortón

Comenzamos septiembre, y qué mejor manera de hacerlo que dándole un poquito a los pedales. Ya han pasado 10 días desde la última salida, es lo que toca cuando se unen un domingo trabajado y una semana de mañanas... el martes tuve fiesta, pero se juntó el cierzo con el remoloneo, y al final no salí.

Agosto terminó con 6 salidas, 478 km. al zurrón, 2847 en lo que va de año. O lo que es lo mismo, ya sólo quedan 1153 para completar el reto que tenía para 2013, a pesar del parón de más de un mes que tuve con la maldita baja... Pero bueno, nos quedamos con lo positivo que es mucho.

De esos 1153 km que quedan, ya puedo restar otros 88 de la ruta de hoy, que me ha llevado a Puebla de Albortón.

A las 8:10 de la mañana comienzo la ruta, recorriendo el tercer cinturón hasta la carretera de Castellón. Unos 4,5 km después, desvío a la derecha hacia Torrecilla de Valmadrid. La carretera en un primer momento es de dos carriles por sentido, pasando a uno tras atravesar el polígono Empresarium. Ya nada más abandonarlo, la carretera comienza a tirar hacia arriba, aunque es algo casi inapreciable. Eso sí, te das cuenta de que llevas las piernas en tensión en todo momento.

El paisaje es siempre el mismo. Me acompañará hasta pasado Valmadrid, 25 km más adelante. La verdad es que se hace un poco pesado conforme pasan los km, ver que el entorno no cambia lo más mínimo:

No es la ruta más entretenida, desde luego...

Pasadas las 9 de la mañana, entro en Torrecilla de Valmadrid. Van 24 km... y la única novedad en el frente son las casas desperdigadas de este núcleo, todavía perteneciente a Zaragoza. 
A partir de aquí comienza a entrar en escena el cierzo. Siempre se ha dicho que el cierzo no madruga, y algo de verdad tendrá, porque pocas veces lo tenemos de forma continua a primera hora de la mañana. Aunque tengo la suerte de que me da de espaldas, salvo algún tramo lateral, voy mentalizándome para la vuelta... que dará de cara.

Llego a Valmadrid, destino de otras ocasiones, y sigo adelante, ya que hoy voy más lejos. Hasta aquí la carretera está impecable, parece ser que algo había en Valmadrid (una cantera, o algo así) y arreglaron la carretera para el paso de los camiones... pero a partir de ese punto, se acaba mi suerte:

Exactamente, hasta este punto.

A partir de ahí, como se puede ver, carretera estrecha, sin separación de carriles, muy bacheada... pero bueno, es el comienzo del alto de Valmadrid, y los baches subiendo se notan menos... Según el perfil (http://www.altimetrias.net/aspbk/verPerfilusu.asp?id=211), 5,7 km al 2,8 %, aunque muy irregulares. A destacar una rampa en el último km, que aunque en el enlace dice que es al 11%, creo que más bien rondará el 8-9%. El resto lo hace el estado del asfalto.

Llego arriba, y continúo hacia Puebla. Descenso muy rápido, la bici se pone a botar como loca, y cuando paso de los 55 km/h el ruido que hace es tal que parece que se vaya a desarmar. Reduzco, y hago los 6 km. descenso con las manos continuamente en los frenos, llegando al destino con las manos y los pies casi insensibles de tanto bote.
 
Como curiosidad, nunca me había fijado en que, en todas las señales que indican hacia el pueblo, incluída la de entrada al mismo, tienen tapado con spray blanco o alguna pegatina el artículo "La" con el que empieza, como se puede ver en la foto:

Puebla, sin "La".

Parada de descanso, y comienzo el recorrido inverso, no sin antes preguntar por otra alternativa que se me viene a la cabeza para volver a Zaragoza. Saliendo hacia Belchite, y volviendo por Mediana a salir al Burgo de Ebro. Los jubilados del bar me informan que eso me supondría unos 70 km hasta casa, con lo que descarto la opción. Son las 10:40, con lo que llegaría a casa a las 14h. Para otro día.
Así pues, me toca subir lo que acababa de bajar. 6 km hasta el Alto de Valmadrid, y luego todo tirando para abajo, con cierzo en contra, recuerdo. Vamos para allá.

Primer escollo, el puerto (http://www.altimetrias.net/aspbk/verPerfilusu.asp?id=212) Primeros dos km casi llanos, salvo un repecho de algo más de medio km en la mitad. Los 4 km últimos, en torno al 4,5%, bastante constante y sin rampas de gran porcentaje. Eso sí, no sé qué tiene esta vertiente del puerto, que siempre me hace sufrir mucho. Hoy, con viento de cara.

Vuelvo a coronar,  y bajo por la vertiente que había subido anteriormente, aprovechando para hacer una instantánea de la última curva de la ascensión (bueno, dos... la curva completa no me entraba en una sola... y como mi dominio de la fotografía digital es tan limitado...):




Poco más hasta casa, bajada a Valmadrid, donde vuelvo a la carretera "buena", y me dirijo a Zaragoza, con cierzo de cara, aunque la verdad es que hoy se ha portado, y no ha sido demasiado intenso.

Finalmente, a las 12:45 llegaba a casa, con los mencionados 88,2 km en las piernas, en 4h (y 3 segundos, XD), a una media de 22,04 km/h. No empezamos mal septiembre, veremos como va la cosa en adelante. Seguiré contando.

Saludos.

viernes, 23 de agosto de 2013

Alcubierre

Sexta salida del mes, la verdad es que parece mentira teniendo en cuenta que estamos en agosto, un mes que, de normal, me da una pereza sobrenatural salir por el calor que hace. Pero bueno, parece que este año lo estoy cogiendo de otra manera. Reconozco, aun así, que se hace duro madrugar, pero es la única manera de aguantar el calor.

La ruta de hoy me ha llevado hasta Alcubierre pueblo, y digo lo de pueblo porque normalmente suelo quedarme en el puerto y darme la vuelta, por aquello de no alargar demasiado la cosa. Pero hoy me he animado a bajar al pueblo, unos 6 km más adelante.

Salida temprano, 7:45 esta vez, por la carretera de Villamayor. Hay asfalto nuevo en los dos carriles, pero lo que a priori parece una buena noticia, pronto se convierte en un inconveniente. Por un lado, el asfalto que han echado es mucho más rugoso que el que había antes, y para coche no se notará demasiado (será algo más ruidoso) pero para la bici es un suplicio. Las ruedas se agarran como si avanzaran por papel de lija.
Por su parte, el arcén se ha quedado sin asfaltar, con lo que queda el asfalto viejo. El problema ahí es la suciedad que ha quedado con los trabajos, que los ha llenado de gravilla suelta.
Se puede apreciar la rugosidad de la nueva carretera... 
no tanto la suciedad del arcén

Esquivando la gravilla como puedo (normalmente, la zona más cercana a la línea blanca estaba algo más limpia) sigo adelante. Esta carretera continúa de esta forma hasta Perdiguera, donde puedo comprobar que han llegado los trabajos.

Atravieso Leciñena, y comienzo a concienciarme para el alto de Alcubierre, que siempre se me atraganta mucho a pesar de no tener más de dos km. exigentes (en torno al 6%), eso sí acompañados de repechos en los tres anteriores que van haciendo mella.Tras menos sufrimiento del esperado, llego arriba. Así me encuentro el cartel del puerto arriba. Alguien se lo ha llevado por delante con el coche, y ha dejado varias piezas esparcidas por la cuneta (rejilla delantera, un retrovisor, parte del faldón...) que dan bastante mala espina.

Cartel accidentado

Cruzo a la provincia de Huesca en este momento, coincidiendo con la cumbre del puerto, y hago el descenso hacia el pueblo. Es un descenso bastante lento, debido a que hay tráfico como para tomártelo con calma. Además, el asfalto está muy bacheado en esta zona, y el viento de cara me frena un poco. Tras 6 km, avisto el pueblo.


(¿No es muy grande esa señal de 50?)

Parada técnica, acompañada de la conversación que me ofrecen un grupo de lugareños, relativa a Bárcenas, sobres, Partido Popular, EREs de Andalucía... vamos lo típico de los pueblos, no dejar títere con cabeza. Me despido y les deseo buen día, y tomo la carretera que me ha llevado hasta allí para recorrerla en sentido inverso.

Nuevos 6 km para ascender al puerto de Alcubierre, mucho más tendido que por el lado de Leciñena. Tan sólo el último km te hace sufrir un poquito (5%). Sin embargo, y como ya esperaba, el descenso es vertiginoso. Sin grandes alardes me planto en 65 - 67 km/h, llegado este punto comienzo a frenar, para evitar acabar con mi cabeza en la carretera. Si este descenso se hace "a tumba abierta", que decía Perico, se podrán alcanzar 75 - 80 km/h sin duda. Parece pues bastante claro cuál es la vertiente dura del puerto...

Vuelvo a atravesar Leciñena, y me dirijo a Perdiguera. Poco antes de llegar, una bonita estampa de esta población, que queda en un altozano según se va desde Leciñena.

Perdiguera desde Leciñena

Poco más en adelante, una nueva lucha con el reasfaltado hasta llegar a Zaragoza entrando por Santa Isabel. Llego a casa a eso de las 12, con mucho calor y el sol apretando de lo lindo. Pero bueno, es lo que toca.

86 km en 3h 51min, para una media de 22,4 km/h. La verdad es que está siende un agosto muy provechoso. Y el martes 27 tengo fiesta en el curro, así que todavía no doy el mes por terminado...

Saludos.

martes, 20 de agosto de 2013

Recorrido minero

Un domingo más que amanece, y ahí que estamos Julián y yo, como unos campeones, a darle al pedal para estirar las piernas, a pesar del puente y de la jarana de la noche anterior. Pero como es bien sabido que el que sabe trasnochar tiene que saber madrugar, para allá que nos vamos, con unas pocas ganas y mucho sueño.

Marcan las 7:30 en el reloj cuando salimos de Jatiel. La idea es, cuando menos, ambiciosa: hacer el recorrido de la cicloturista de Híjar, que se celebra en mayo, y que con la lesión de espalda también me he perdido este año (tendrá que ser para el siguiente). Son 73 km de recorrido, al que tenemos que sumar la ida y vuelta de Jatiel a Híjar, que hace un total de 93.

La mañana está bastante fresca, y la sensación sobre la bici es rara. Los brazos se quedan fríos con las primeras brisas de la mañana, y a las piernas les cuesta responder. Tanto, que por un momento parece que la bici va frenada. Se juntan en el cuerpo sensaciones que hacía tiempo parecían superadas. Pasamos por Samper de Calanda y llegamos a Híjar. Tras atravesar el pueblo, subimos un repecho y giramos a la izquierda dirección Albalate del Arzobispo.

El sol se va desperezando, la temperatura ya comienza a subir, y los músculos se van haciendo al pedaleo habitual de las últimas salidas. Me voy reconociendo, ganando soltura conforme pasan los kilómetros.

Tras abandonar Albalate dirección Andorra, comienza un tramo bastante exigente, que supone la aproximación al Alto de la Calzada (o Puerto de Andorra, que le llamamos nosotros para mejor entendimiento) El alto en sí son algo más de 2 km al 5% de media, muy constante. Aunque por las zonas de menor pendiente, imagino que la parte final, algo más pendiente, rozará el 6 o 6,5%. Además, tiene bueno que es casi completamente sombrío, y en este tiempo se agradece. Coronamos, y seguimos dirección Andorra. Superamos otro repecho antes de llegar a la capital minera.

Nos desviamos aquí del recorrido cicloturista, para adentrarnos en Andorra y hacer la correspondiente parada. Si bien no llevábamos la mitad de la ruta, sí había sido la parte más dura, como bien se podía adivinar de la media que llevábamos (apenas alcanzaba los 19 km/h). Nos refrescamos el gaznate, y seguimos adelante, recuperando la ruta camino de las minas.

Desvío a las minas, a la salida de Andorra.

Ya en la carretera minera, vamos superando un primer tramo de subida, con un repecho de unos 500 metros, para encontrarnos una larga bajada, casi continua, que nos iría acercando a Ariño. Tan sólo un par de veces tenemos que levantarnos de la bici para dar cuenta de un par de subidas.
 
 Entrada a la central, al fondo.

Con el final de desta carretera, nos unimos a la A-1401, que nos llevará a Ariño. Giramos a la derecha para tal circunstancia, y atravesamos el pueblo, dirigiéndonos ya de nuevo a Jatiel.


Saliendo de Ariño.

A partir de aquí, poco más que contar. Sólo nos quedó superar el alto de Ariño, que por esta vertiente tiene alrededor de un km y medio, con rampas que rondarán el 4%, algo superiores el primer km, inferiores los últimos metros. Todo lo demás hasta Jatiel, terreno mayoritariamente favorable, aunque ya se sabe que por estos lares no existe el terreno llano. La carretera por aquí sólo puede ir hacia arriba o hacia abajo. 
 
Reto conseguido al final, 94,6 km (por la entrada y salida en Andorra), en 4h 13min, para una media de 22,5 km/h. Un recorrido realmente bonito, espero que en 2014 lo pueda saborear en la cicloturista. Veremos lo que nos depara el futuro.

Saludos.

viernes, 16 de agosto de 2013

Rompepiernas entre provincias

Confieso que tenía ganas de una ruta como la de hoy, relativamente exigente, con varios y buenos repechos, acentuado componente turista y vistas, muchas vistas. En concreto, ha sido una ruta que comenzamos a las 7:45 de la mañana desde Jatiel. Sobre las monturas, Alejandro, Julián y yo.

La mañana sale fresca. Desde Jatiel nos dirigimos a la carretera general, pasando por La Puebla de Híjar hasta el cruce de la Venta del Barro, donde giramos a la derecha, en dirección a Quinto de Ebro.

Primeros km. de tanteo, calentando motores para lo que nos espera. No hay grandes puertos hoy, pero el terreno es un continuo sube-baja que va mellando las piernas. El tráfico, afortunadamente, no es tan intenso como esperábamos, seguramente por tratarse de las primeras horas del día.

Sin mayores complicaciones, llegamos a Azaila. Por aquello de evitar parar, hago una foto en marcha, pero no estoy lo suficientemente hábil para pillar el cartel del pueblo. Tendréis que creerme... jejeje.

Entrando en Azaila

Salimos del pueblo. El camino sigue igual, el asfalto en bastante buen estado, y la carretera que nos va llevando inexorablemente hacia Quinto. Ahora una subida, luego un repecho duro, después una bajada. No caben zonas llanas hoy.
Justo al cambiar de provincia y entrar en Zaragoza, Alejandro nota un problema en su bici. Paramos en una zona de descanso que nos viene de perlas. Pinchazo en la rueda trasera. Tras solucionarlo, seguimos adelante, con un repecho que atraviesa un punto negro. Bajamos hacia Quinto y giramos a la derecha, dirección Gelsa, donde haríamos la parada del día.


Tras un rato de recuperar fuerzas, volvemos a la acción, saliendo de nuevo del pueblo (atravesando su curioso puente sobre el Ebro hecho con pavés... qué suplicio para la bici). Nos encontramos un tramo llano (por fin!) que nos llevaría hasta La Zaida. Antes de llegar a Sástago, nos desviamos hacia una carretera que recorre la orilla del Ebro, llena de vegetación y sombra, que nos dirige a un pueblo de curioso nombre.


Entramos en Cinco Olivas y atravesamos el pueblo, para ver los restos de un antiguo palacete. La verdad es que es casi imposible verlo desde fuera del pueblo, con lo es bastante difícil de conocer. Se pueden contemplar tallados en piedra con mucho detalle. La foto no le hace justicia.


Salimos del pueblo, y nos dirigimos a Sástago, pueblo que cruzamos. Al salir, repecho de 1,5 km que va elevándose sobre el río Ebro. Arriba, un impresionante mirador desde el que se ve todo el pueblo de Sástago, además de uno de los innumerables meandros que el Ebro hace en esta parte de su recorrido.

Sástago desde el mirador.

Tras rodear un rebaño de cabras, con pastor y su asno incluído, descendemos rápidamente unos 800 metros para, sin solución de continuidad, volver a ascender otro repecho, mucho más duro que el anterior, aunque también más corto (alrededor de un kilómetro), para acabar bajando ya de forma continua hasta la entrada del Monasterio de Rueda.

Entramos en Escatrón con el sol pegando ya de lo lindo hace rato. Ya no queda nada de la frescura de la mañana. Al fin y al cabo, son casi las 12 de la mañana. Giramos a la derecha y afrontamos el último repecho del día, conocido como "el muro" por los de la zona. 2 km con una pendiente que aumenta de forma gradual, y que en los últimos metros sustituye un asfalto en perfecto estado por otro muy rugoso, que hace que la bici se quede completamente clavada en el sitio. Gracias a que son pocos metros, pero siempre es un tramo que se atraganta.

Finalmente, recorremos los 6 km que nos separan de Jatiel, dejando a un lado Castelnou y pasando el nuevo cartel que nos avisa de nuestra vuelta a la provincia de Teruel. 75 km. la ruta de hoy.

La última vez que había hecho una ruta por aquí me quedaron sensaciones bastante contradictorias, sobre todo por lo mucho que sufrí en las subidas. Hoy, con muy buenas sensaciones en las piernas, he disfrutado con el recorrido y los paisajes que esta zona nos brinda. Otra espina que me he podido quitar.

lunes, 12 de agosto de 2013

Investigando las obras (A-1102)

Después de las recién pasadas fiestas de San Lorenzo, de mucho trasnochar, poco dormir y darnos a la mala (o buena) vida, ya tocaba volver a los hábitos sanos. Así que, para comenzar a desintoxicarnos de tantos excesos, esta mañana he cogido la bici, y he salido de casa con idea de estirar un poco las piernas.

Estamos en una época bastante curiosa, en cuanto a que va amaneciendo cada vez más tarde, pero la necesidad de salir antes sigue siendo mucha, debido al calor que hace a partir de las 11 de la mañana. Cuando me he levantado era todavía de noche, igual que las últimas veces, pero apenas llevaría amanecido 15 minutos cuando he salido de casa (según eltiempo.es, hoy ha amanecido en Zaragoza a las 7:09, mientras que yo he salido a las 7:20)

El caso es que me he ido hacia Villanueva, y como no llevaba destino fijo, he decidido meterme por la carretera de Castejón de Valdejasa, que lleva de obras casi un año, y se supone que ahí sigue, para ver cómo iban los trabajos, e intentar llegar al pueblo pasando el alto de San Esteban.

Primeros km desde Villanueva geniales. Aquí se notaba que ya estaba reasfaltado... increíble la diferencia que hay, incluso con el asfalto rugoso que han puesto, en comparación con lo que había antes... eso sí, las líneas amarillas, como corresponde a tramos en obras.

Asfalto del bueno... al menos para lo que solía haber por aquí...


Pero como lo bueno dura poco en casa del pobre, a los 5 km con este maravilloso firme, se ha terminado el chollo... aunque de momento he podido continuar. Como se ve en la foto, aunque a los lados había gravilla suelta, por la parte central se podía ir perfectamente en bici de carretera.


Finalmente, y pasados otros 5 km, me he encontrado un cartel que daba muy mala espina... como así ha acabado siendo.

  
¿Firme en tierras? ¿No será firme de tierra?


Apenas 50 metros más adelante, terminaba el asfalto... ya que desde este punto, en lugar de echar la tierra encima, como hasta aquí, han picado el asfalto viejo. Con lo que el resultado parecía más un camino agrícola para tractores que una carretera (con las rodadas marcadas y todo...)

 
Estoooo... ¿dónde está la carretera?

Llegados a este punto no me quedaba otra que darme la vuelta... pensando en por qué no avisan de esto nada más sales de Villanueva, que una cosa es que esté la carretera en obras y otra que se convierta en una pista forestal... pero bueno, al menos me ha servido para ver los avances que llevan... que lo cierto es que son escasos y lentos, pero algo es algo.

Así que vuelta a Villanueva. Poca historia más, ir hasta Zuera, parada y café, vuelta por Peñaflor y llegada a casa, después de 78 km. y 3h 21min, para una media de 23,25 km/h. Al final el cuerpo ya me pedía descanso... qué pronto se pierde la forma, de verdad.

Saludos.

domingo, 4 de agosto de 2013

Mozota por Muel

6:35 de la mañana. El despertador suena, lo apago y me levanto de la cama. Todavía no ha terminado de amanecer, pero hay que evitar las horas centrales de sol. Tras prepararme todo lo necesario, y pasear un ratillo a Wally, salgo de casa a las 7:40.

Me dirijo hacia la salida de la carretera de Valencia, y a través del tercer cinturón llego a la rotonda del cementerio. En lugar de bajar por allí y cruzarme Casablanca, decido (como últimamente suelo hacer cuando voy en esa dirección) meterme por el parque de atracciones, cruzar Fuente de la Junquera y salir a la rotonda de Valdespartera. No se gana mucho... pero así no me cruzo a la fiera sobre raíles.

La idea de hoy pasaba por ir a Villanueva de Huerva, por la carretera de Muel, cogiendo el desvío en el mismo pueblo. Pero conforme iba hacia allá, veía que no me iba a dar tiempo, a no se que quisiera llegar a casa más allá de las 13 horas... y sólo de pensar el calor que iba a pasar...

Salgo, pues, a la rotonda. El tiempo, de momento, es bastante bueno. Hace viento lateral, que dificulta el avance, pero todavía no son las 8:30 y ya pica el sol en los tramos en los que pega, lo que hace que incluso se agradezca el viento.

He debido salir bastante pronto, porque lo habitual en esta ruta es encontrarte un montón de grupos ciclistas, ya que gracias a la autovía, que transcurre paralela a la carretera, la nacional va casi vacía de tráfico. Hoy solamente me los he encontrado a la vuelta.

La ruta es un falso llano, picando constantemente hacia arriba hasta llegar casi a María de Huerva, y con zonas de toboganes a partir de ahí, aunque siempre ganando altitud. El asfalto va empeorando despacio pero inexorablemente, y no creo que lo vayan a arreglar en mucho tiempo. Pero de momento, es bastante aceptable. Paso por el desvío de Botorrita, pensando en las obras de la carretera que sale de allí hacia Jaulín y Fuendetodos... deseando que la abran de una vez. Es una ruta muy escénica, pero el asfalto estaba hecho polvo. Con su reparación, ganará muchos puntos para visitarla.

Tras una hora y media de pedaleo, pasadas ya las 9:00 de la mañana, hago la entrada en Muel:

Una señal, apenas cien metros después, me indica el desvío hacia Villanueva de Huerva (17 km). Lo que suponía unos 45-50 minutos para ir, 30 minutos de parada y otro tanto para volver, lo que suponía no volver a Muel antes de las 11:00, y a casa no antes de las 12:30. Demasiado tarde para ser agosto. Lo dejaremos para otra ocasión.

A cambio, me dirijo a Mozota por un camino asfaltado que da acceso a unas urbanizaciones pegadas a la montaña, por el cual sólo me encuentro a gente caminando. Llego a Mozota, parada, y otra vez en marcha.

A la vuelta, nada más salir de Mozota, me encuentro a un compañero con la cubierta reventada. Otro ciclista de Cariñena ya se había parado a ayudarle, y entre los tres, logramos apañarle la bici para que, al menos, pudiera llegar a Zaragoza. Y dado que ya llevaba un buen rato pedaleando solo, me viene bien un poco de compañía a la vuelta. Vamos tranquilamente hablando, contándonos batallas cual abuelos Cebolleta... y eso que me doblaban la edad. Pero esto es lo grande del cicloturismo.

En María de Huerva, el compañero de Cariñena se da la vuelta (le queda lo mejor, volver a casa). Mientras, el "accidentado" y yo entramos a Zaragoza, él se dirige a las Fuentes y yo voy para casa. El reloj me descubre las 11:30. Al final casi se me ha hecho tarde, fácilmente harían ya 30 grados. Mucho calor para andar pedaleando.

La ruta ha quedado en 68,2 km, en 2h58m de ejercicio, para una media de 22,9. No ha sido una mala mañana de domingo, desde luego.

Saludos.

lunes, 29 de julio de 2013

Domingo de paseo y piscina

Ayer estuve despidiendo el mes de julio en cuanto a salidas se refiere. Esta semana me toca ir de mañanas al currele, así que hasta el próximo domingo ya no habrá oportunidad de coger la flaca y aumentar km.

Muy buena la mañana, bastante fresca para ser final de julio, y más teniendo en cuenta los días precedentes. Fácil habría bajado 6 o 7 grados la temperatura respecto al día anterior. Además, el cielo casi permanentemente nublado ayudó a que esto fuese así.

Salía a las 7:30 de la mañana de casa, como es ya costumbre en estas fechas (madre mía que madrugones...) para no coger mucho calor, aunque, como digo, no hubiera hecho falta. Carretera de Peñaflor adelante, pasé por San Mateo y me dirigí a Ontinar de Salz, sin tener todavía claro hasta donde llegar.

Finalmente paré allí. Todavía eran las 9:00, pero la idea que llevaba de piscinear con María por la tarde hacía que me viniera mejor no llegar tarde a casa. Así que descansito y vuelta.


Las 9:30 y vuelta para casa, mientras veo que el termómetro de la plaza de allí marca unos agradables 20ºC. El cielo sigue encapotado, pero parece que no irá a más.

Tras atravesar Zuera, por variar el recorrido de la ida, llegué a la rotonda de Leciñena, y mirando a la izquierda me topé con la subida al punto limpio, que también lleva al circuito de karts. Bueno, hace mucho que no... vamos para allá!! Sólo son 400 metros con un firme muy bueno, sin baches, pero el 10% de pendiente hace que la bici se agarre. Y aunque sólo fuese para salir de la rutina del llano, me vino bien.

Foto al comienzo:


Foto arriba, al final:

Poco más que contar, salvo que todavía dio tiempo a que me cayeran cuatro gotas antes de entrar en Villanueva de Gállego. Pasé por detrás del Sella, el Comercio, San Juan y Cogullada, para llegar a casa cuando todavía no daban las 11:00

Finalmente, 72 km. en 2h57min, para una media de 24,7 km/h. Para lo poco que se suele poder hacer en estos meses de verano, debido al calor, no está tan mal. Acabo julio con 377 km en el mes, 2369 en el año. Vamos a por los 4000!!!!

Saludos.

jueves, 11 de julio de 2013

Ruta post-ampliado

Me iba ayer a la cama, una vez decidida la ruta que haría hoy, después de una jornada de horario ampliado en el trabajo (12:00 - 22:00). Imaginaba tener no muy buenas piernas, así que ya estaba con la idea de una ruta "con escapatoria", es decir, que se pueda acortar sobre la marcha según sensaciones.

La idea era por la carretera de Villamayor, con subida al puerto de Alcubierre en el caso más optimista, aunque dudaba llegar hasta allí. Por si fuera poco, el calor de esta temporada del año lo hace más difícil, teniendo que elegir entre soportarlo o madrugar considerablemente. En mi caso, suelo elegir la segunda opción. Con muestra, mi conversación, ayer noche, con María:
- ¿Te irás con la bici mañana?
- Si.
- ¿A qué hora te levantarás?
- A las 6:15.
- Estás como una cabra.

No le falta parte (mucha) de razón. Cuando me he levantado, el sol comenzaba a asomarse por el horizonte, todavía no había amanecido del todo. Pero es el canon que hay que pagar en verano... ese o exponerte a una insolación... o no coger la bici, posibilidad que no se contempla de ninguna de las maneras... XD

Total, a las 7 he salido de casa. Llevar estos horarios tiene dos características bastante curiosas. La primera, puede suceder que el bar donde hago la parada no esté todavía abierto cuando llego (hoy ha sido por un pelo, he llegado a las 9:10 y acababa de abrir...). Por otro lado, no me cruzo a ningún ciclista hasta que estoy volviendo hacia casa (y es cuando los demás salen... será que soportan el calor mejor que yo)

En cuanto a la ruta, nada nuevo bajo el sol. Las piernas no me han respondido todo lo bien que sería deseable, pero un poco mejor de lo que yo esperaba, después del maratón laboral de ayer. Hasta Perdiguera todo bien, más o menos, y cuando he llegado a Leciñena he seguido hacia adelante, para dejar la ruta en el km. 28 de la carretera, punto que marca el comienzo de las hostilidades del puerto de Alcubierre. Allí me he dado la vuelta de nuevo hacia Leciñena, parada y vuelta para casa.

En total, 63 km., en 2h50 de pedaleo, para una media de 22,4 km/h. A las 10:30 en casa, cada día llego antes. El puerto quizá lo dejemos para el domingo. Veremos lo que el sol nos permite.

Saludos.

lunes, 8 de julio de 2013

Tres en una

Últimamente tengo esto del blog un poco abandonado, y no tanto porque no toque la bici, lo cierto es que estoy haciendo las mismas salidas que hasta ahora (más desde que salí de la famosa lesión... con menudas ganas la estoy cogiendo ahora...), sino porque le estoy cogiendo pereza a esto de escribir mis desventuras, sobre todo con rutas que no se salen de lo normal, que es lo que últimamente marca la tendencia.

Desde la última entrada que escribí allá para el 23 de junio, he hecho 3 salidas, los días 29 de junio, 4 de julio y la última, hoy, 8 de julio. Ambas más para no perder forma que para superar nuevos retos.

Ya llegó el calor en todo su esplendor a Zaragoza, y eso hace que uno se plantee grandes retos cicloturistas con el Lorenzo pegando de buena gana. De ahí que la cosa se reduzca a no perder lo que se ha ido ganando meses atrás.

La ruta del 29 fue a Leciñena, la ida por la carretera de Peñaflor (hay que ver cómo se está deteriorando el asfalto... se ve peor por días...) y la vuelta por Villanueva de Gállego, haciendo de esta forma dos veces el cruce entre las carreteras A-123 y A-129. Curiosamente, ese cruce, llamado CV-852 (lo de CV viene de "camino vecinal") tiene mejor asfalto que las otras dos, que por su condición de autonómicas tienen más entidad...

La ida la hicimos Julián y yo, que en la parada de Leciñena nos encontramos al grupo de amigos de ciclistas de Ibercaja, despachando su buen almuerzo con su buen vino, mientras nosotros pasábamos con una Coca-Cola... La vuelta, ya todos juntos, con el pequeño incidente de una rotura de radio en uno de los compañeros que retrasó un poco todo, sin mayores consecuencias. Finalmente, 80 km.

Para el día 4, de nuevo Julián y yo preparamos una ruta de llaneo, el calor empieza a hacer de las suyas y tampoco está la cosa para excesos. El destino esta vez fue El Temple, 85 km completamente llanos, salvo el repecho de entrada al pueblo. Nos volvimos a encontrar un antiguo compañero de Julián, que a sus 68 años tiraba de lo lindo, pero que nos hizo muy amena la vuelta.

Por fín, hoy, salida en solitario en plena alerta por calor. El despertador ha sonado muy pronto esta mañana, para evitar llegar a casa mucho más allá de las 11. De hecho, a las 7:15 ya salía de casa, con un fresquito muy relajante, aunque el sol recién amanecido daba de cara, y visión tenía más bien poca, a pesar de las gafas. Salida hacia Leciñena por Villamayor, carretera picando continuamente hacia arriba hasta coronar el alto de Perdiguera. Bajada a Leciñena, donde hago el giro a la derecha hacia San Mateo. Esta vez, en lugar de subir el alto de Leciñena por la carretera vieja, como siempre, me animo por la nueva. El asfalto agarra menos, pero la pendiente es mayor. Primer kilómetro al 7%, con una rampa en curva al 9%, que hace que tenga que zigzaguear un poquito, ya que no iba con el desarrollo adecuado. Dura poco, menos mal. Subo un par de piñones, y para arriba. Antes de cumplir el primer km ya suaviza, el segundo km al 4-5% y se corona el alto. 15 km después llego a la rotonda, giro a la derecha, y doy la vuelta pasado San Mateo, para volver por Zuera, Villanueva y el Comercio.
A las 11 entraba en casa, y aun así he pasado bastante calor la última hora. Joder, que mal lo vamos a pasar el julio y agosto... 79 km, aunque con algo más de "chicha" sobre todo al comienzo.

Seguiremos informando...

Saludos.

domingo, 23 de junio de 2013

Longares ventolero

Buen día el que ha acabado haciendo hoy, al menos en cuanto a la temperatura y ausencia de lluvia se refiere. Lástima el cierzo, que ha pegado de forma casi constante durante todo el día. Eso sí, si alguien me dice hace tres o cuatro meses que el 23 de junio iba a pasar frío encima de la bici... Y es que la mañana estaba fresquita, fresquita. Y además el viento.

Teníamos hoy planeado una ruta por la N-330, carretera que pasa por María de Huerva y Muel, entre otros pueblos, y que gracias a la autovía se ha quedado sin apenas tráfico. Especialmente los domingos como hoy. Eso sí, el mantenimiento de la carretera ha caído en picado, y ya hay zonas que reclaman reparación urgente (y mucho me temo que no se arreglarán). Pero bueno, de momento, nada que no sea transitable.

Para allá que nos hemos ido Julián y yo, y a las 8:30 de la mañana ya estábamos en la gasolinera de Casablanca, después del giro por el tercer cinturón que requieren estas salidas. Mucho ciclista, tanto en grupo como suelto, como era de esperar. Esta carretera suele tenerlos siempre en gran número.

La ruta en sí nos ha llevado hasta Longares, 89 km ida y vuelta en 3h 54min., para una media de 22,9 km/h. La ida, siempre picando hacia arriba, sin grandes rampas, pero poquito a poco te va cargando las piernas. De vez en cuando aparecía algo de cierzo, pero al menos durante la ida no ha molestado demasiado. La vuelta, todo lo contrario, lógicamente. Terreno favorable, siempre picando hacia abajo, aunque con cierzo lateral o de cara, bastante más fuerte que a la ida (y es que el cierzo no madruga...) que nos hacía las cosas más difíciles en momentos puntuales (casi nos frena en seco junto a la entrada de Muel, y casi me tira justo antes de entrar en María de Huerva).

Foto de la entrada al pueblo:


Los últimos kilómetros nos hemos juntado con un grupo de la Peña Ciclista Los Conejos, muy majetes, lo que además nos ha servido para resguardarnos un poco del viento. Llevaban incluso un coche de apoyo... así ya se puede, eh? Jejeje.

Seguimos sumando km en junio, si el cierzo no me lo impide, todavía tendremos salida entre semana y otra el fin de semana para acabar mes. Iremos viendo.

Saludos.



lunes, 17 de junio de 2013

Entrenamiento por la A-129

Había planificado para hoy una salida no muy larga, como la que al final ha salido, de unos 60-65 km, que finalmente fue Leciñena por Villamayor y volver por Peñaflor después de hacer el cruce. El motivo de no alargarlo más es el día de bochorno que esperaba, aunque al final tampoco era para tanto.

He adelantado todo lo posible la salida, a las 7:45, para intentar coger el menor número de horas de sol posible, pero al final el día, aunque relativamente caluroso, ha sido de sol entre nubes, con bastantes ratos nublados que han hecho mucho más llevadero el recorrido. De haberlo sabido hubiera pensado algo más largo, porque he acabado esta ruta con ganas de más.

En cuanto a forma, voy encontrando sensaciones muy buenas, poco a poco me voy viendo más suelto en las subidas y tengo fondo suficiente para las salidas por aquí. Es magnífico ver cómo, poco a poco, el cuerpo va mejorando prestaciones, a pesar de que este año voy un poco retrasado en cuanto a forma... pero bueno, no me quejo.

No incluyo fotos, no las he hecho porque esta ruta la hago muy a menudo y casi me sé el terreno palmo por palmo... aunque es buena para medir tu forma, por la exigencia del tramo Villamayor - Perdiguera, que sin ser muy alta, hace que la carretera "pique" casi constantemente hacia arriba. Además, el asfalto está en bastante buen estado. Añado un gráfico del tramo mencionado (de los compañeros de APM):



Un saludo.