viernes, 6 de junio de 2014

A veces toca sufrir...

La mañana del jueves empezaba temprano para mí, todavía no eran las 7 de la mañana cuando ya iba a la cocina, me preparaba el desayuno y me iba poniendo en marcha, para la salida que Julián y yo teníamos planeada. El día de fiesta semanal que me corresponde cuando voy de mañanas es gloria bendita para salir, sobre todo con este tiempo.

No habían dado las 8 cuando ya estaba encima de la bici, en busca de mi compañero de fatigas. 15 grados de temperatura a estas horas, teniendo en cuenta el día soleado que se nos presentaba, ya daban cuenta de lo que sería una jornada calurosa, y que nos llevaría al alto de Jaulín, carretera que Julián no había catado todavía con el asfalto nuevo.

Salimos, pues, hacia allí, como tantas otras veces rodeando Zaragoza a través del tercer cinturón, y saliendo por el Parque de Atracciones y Fuente de la Junquera a la rotonda de Valdespartera. Apenas nos encontramos a ciclistas, quizá porque nos hemos adelantado un poco, aunque el tráfico es bastante denso. Imagino que son cosas de salir por aquí entre semana.

Sin demasiadas novedades (salvo la mencionada falta de ciclistas) llegamos a María de Huerva, tras superar ese pequeño repecho que tiene a la entrada, unos 300 metros al 3-4%. La carretera, como siempre, va picando hacia arriba, lenta pero constantemente. Ya noto con estos primeros esfuerzos que algo no va como debe, y parece que la reserva de fuerzas es menor que de costumbre.

Tomamos el desvío de Botorrita, y nos dirigimos a Jaulín. De nuevo nos recibe esa rampa del 7-8% a la entrada de Botorrita, atravesamos el pueblo (sin reasfaltar... ahora todavía se percibe peor el asfalto) y vamos ascendiendo hacia nuestro objetivo.

Repecho de entrada a Botorrita.

Poco antes de llegar a Jaulín, subimos un fuerte repecho, de apenas un kilómetro, con picos del 9%. Llevo la respiración bastante fuerte, y las pulsaciones parecen subir más de lo que solía ser. Sigo con síntomas de un mayor cansancio del esperado desde el comienzo de la ruta, paulatinamente acentuados. Tras el repecho, una pequeña recta favorable y entramos en el pueblo.

Desde aquí, 6,5 km hasta arriba, de los que los tres últimos constituyen la zona más dura del puerto, en torno al 6-7%, aunque en los anteriores también hay un par de rampas de esa magnitud. Es en esta zona previa al puerto donde definitivamente me doy cuenta que voy bastante por debajo en cuanto a forma física que las últimas salidas. A fin de cuentas, una boda, una despedida de soltero, una ruta (llana) en los últimos 20 días... al final pasa factura. Cuando comienza la parte final, los tres últimos kilómetros, ya concienciado de mis límites, subo piñones, cojo una marcha sostenible, y despacito para arriba. Julián se va, pedalada tras pedalada se distancia un poco más, sin necesidad de hacer grandes esfuerzos. Consciente de que puedo ser una carga, en lugar de aferrarme a su rueda, me centro en subir a mi ritmo, intentando no vaciarme por completo.

Alto de Jaulín.

En este tipo de situaciones es cuando se comprende que este deporte no es sólo físico. El aspecto mental juega mucho también, ser capaz de tener la cabeza fría en los momentos críticos.

Tras unos minutos que se hacen largos, muy largos, los últimos metros suavizan la tortura, anunciando el inminente fin de puerto. Dos pequeñas curvas a la izquierda y nos encontramos con la virgen que existe en lo alto. Es hora de dar la vuelta.

Iniciamos el descenso, que se hace rápido, ya que a la pendiente se suma la buena visibilidad de todo el puerto y el impecable asfalto. Salvo un par de curvas, donde tienes que echar buena mano de los frenos, la velocidad no baja de 30-35 km/h. Volvemos a Jaulín y nos tomamos el merecido descanso.

Tras un refresco, tomamos dirección Zaragoza, con terreno ya favorable hasta el inicio de nuestra ruta. El viento nos incomoda algo la vuelta, pero gracias a él evitamos un problema serio con el calor. Llegamos a casa con cerca de 30º.

Finalmente, 84km y 819m de desnivel acumulado en 3h 52min, para una media de 21,7 km/h. Una buena salida con una gran lección. Hay que tener cuidado con la forma, que el cuerpo se acostumbra muy pronto a la buena vida.

Ruta en Strava: http://www.strava.com/activities/149690743

Saludos.
Adrian.

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