jueves, 2 de mayo de 2013

Fase de recuperación (I)

Amanecía la mañana con bastantes nubes, amenaza de lluvia y bastante fresco, pero como la cabra tira al monte, al carril bici que nos hemos ido la "flaca" y yo. Y digo carril bici y no carretera por lo que ya conté en la anterior entrada, que por el tema de la baja, tengo la bici restrigida a los magníficos carriles bici de esta ciudad. Dicho sea con ironía, por si alguien no la ha detectado.

Pero bueno, hay que ver el lado positivo, y es que he pasado tanto tiempo alejado de los pedales que cualquier cosa parece un manjar.

Como ya tengo bastante trillado todo el tercer cinturón, me voy buscando pequeñas escapatorias para añadirle algo de mordiente al asunto. El otro día fue un pequeño paseo por Juslibol, hoy le ha tocado el turno a la Fuente de la Junquera.

Por el carril bici desde Av. Cataluña hasta la entrada del cementerio, bajando luego a la rotonda del hospital militar, entrada al barrio de Casablanca. Desde ahí, he seguido recto, hacia Cuarte, digamos, hasta pasada la gasolinera de Casablanca, y girando a la izquierda en la rotonda de Valdespartera, dirección Fuente de la Junquera. Bajo por ahí, hasta una rotonda más abajo. De nuevo a la izquierda, con la idea de afrontar el repecho de subida al parque de atracciones. Por si no os situáis, lo podéis ver en este enlace: http://goo.gl/maps/vfSPe . Se trata de seguir dirección Parque de Atracciones (un poco más a la derecha). La rampa en cuestión es esta:








En esa imagen (cortesía de Google Maps), se ve el cruce y el comienzo de la rampa, que acaba en el aparcamiento del Parque de Atracciones. En la foto no se aprecia bien la pendiente que tiene. Apenas 300 metros, pero se me han atragantado como hacía días que no me pasaba con otra, vaya tela. No tengo datos, pero casi pondría la mano en el fuego a que la pendiente supera el 10%. Unido a mi falta de forma, casi me quedo allí, jejeje.

Recupero aliento en el camino del Parque de Atracciones que sale al cementerio, y vuelvo a bajar dirección Vía Hispanidad. Sigo hasta avenida Navarra, y un poco antes de llegar a la estación, comienza a llover. Me resguardo en los porches, y cuando parece que para, bajo a la Almozara, cruzo el barrio y sigo por la ribera hasta el final, el puente de Manuel Giménez Abad, por donde volvería a casa.

En total, 32 km con frío de salida, lloviéndome encima, sufriendo en el rampón de la foto, con la bici (y el maillot) manchado de barro... y más feliz que unas castañuelas. Si es que los ciclistas estamos un poco locos...

Adrian.














1 comentario:

  1. "....y es que he pasado tanto tiempo alejado de los pedales que cualquier cosa parece un manjar". Creo que lo mejor del rodillo es que después, como bien dices, todo es jauja.

    Un saludo.

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